Los virus son unos potentes agentes infecciosos. Portan algunas de las moléculas decisivas presentes en las células, pero no tienen ninguna capacidad para reproducirse por sí solos: no están vivos. Sólo pueden reproducirse adentrándose en las células y usando la maquinaria celular. Se los ha denominado zombis químicos.

Lewis Wolpert, Cómo vivimos, por qué morimos

 

El capital es trabajo muerto que sólo se reanima, a la manera de un vampiro, al chupar trabajo vivo, y que vive tanto más cuanto más trabajo vivo chupa.

Karl Marx, El capital

 

La llamada “crisis del coronavirus” demuestra una vez más que a la burguesía nada le importa la humanidad y sí la valorización del capital y el disciplinamiento socialmente necesario para mantener la reproducción ampliada de la ley del valor. En plena “crisis”, mientras hipócritamente se hablaba, habla y hablará de “enemigo invisible” (Macron en Francia, Fernández en Argentina, etc.) para referirse al “combate” y hasta “guerra” al virus, la clase obrera se expone al contagio gracias a la acción e inacción de cada Estado nacional: el Reino de España auspició la manifestación del “día internacional de la mujer” (desde que el Estado “celebra” el 8 de marzo, el carácter de clase del día de lucha es suprimido: ya no es más “día internacional de la mujer trabajadora”), en Renania del Norte-Westfalia (Alemania) se permitieron los carnavales, el 15 de marzo hubo elecciones municipales en Francia, Reino Unido deja propagar alegremente el virus para generar “inmunidad” a costa de centenares de infectados y muertos por infección, Angela Merkel (Alemania) acepta que entre el 60 y el 70% de la población alemana se infectará, y, lo más significativo: en ningún momento, en ningún lugar del mundo, se paralizó completamente la extracción y realización de la plusvalía. De esta manera, salvo unas pocas excepciones, lxs trabajadorxs deben ir a trabajar como si nada extraordinario ocurriera, exponiéndose al contagio pese a que constantemente desde el Estado se hace alusión a que al virus “se lo frena entre todos” y se llama a la “responsabilidad individual”, a evitar “conductas socialmente irresponsables”, a “quedarse en casa”…  

El Estado -que defiende y reproduce las condiciones de producción y de reproducción ampliada del Capital- está aprovechando la situación para militarizar la sociedad: primero fue en China, donde, al estilo Gran Hermano de la novela 1984, drones identificaban a todo aquel que en el espacio público violara las órdenes estatales y enseguida personal de control social golpeaba brutalmente y detenía a la/el infortunadx transeúnte; luego el gobierno de Corea del Sur comenzó a enviar mensajes de texto a los teléfonos de lxs ciudadanxs informando dónde estuvieron determinadas personas antes de ser diagnosticadas con coronavirus; siguió Italia y España con el actual toque de queda que suspende el ejercicio de las libertades individuales; ahora es Perú y Paraguay, donde se vigilan militarmente las calles durante las 24 horas de cada día; y en todos los países (también como en la novela 1984) se insta a “los ciudadanos” a ejercer de policía y denunciar al/la vecino/a…

“O luchamos juntos o nos hundimos todos” alarma la burguesía por medio de sus aparatos ideológicos de Estado (medios de comunicación, escuelas, sistema de salud, etc.). Es el mismo “grito de guerra” con el que convencieron a lxs obrerxs en 1914 y 1939 para ir al matadero de las primera y segunda guerras interburguesas mundiales; es el mismo grito de guerra con el que “anarcosindicalistas”, anarquistas, sindicalistas, marxistas, nacionalistas y republicanos (todxs ellos “antifascistas”) convencieron a la clase obrera de España de defender la República burguesa en 1936-1937; es el mismo grito de guerra con el que “demócratas” y “dictadores” (con el apoyo del trotskismo y otras corrientes de “izquierda”) en Argentina llamaron a defender la “soberanía” en la denominada “guerra de Malvinas” contra el “común enemigo” identificado como “imperialismo inglés”. Podríamos seguir enumerando las situaciones “excepcionales” en las que la burguesía, en unidad con la clase obrera, defendieron el orden capitalista. Lo mismo ocurre ahora…

La clase obrera no debe colaborar con la burguesía. Y en situaciones excepcionales de la lucha de clases (como la que se avecina) debemos ser capaces de enfrentar definitivamente a nuestro enemigo común que es la burguesía y así terminar con el capitalismo y avanzar hacia el comunismo. Ante la segura crisis capitalista mundial que se avecina debemos romper con todas las mediaciones (sindicatos, izquierda del capital -trotskista, anarquista, etc.-, aparatos ideológicos de Estado) y auto-organizarnos como se auto-organizó la clase obrera en determinadas situaciones de lucha de clases abierta: por medio de consejos obreros (soviets en Rusia 1905-1917, consejos en Alemania y Hungría 1918-1923, otra vez Hungría en 1956, etc.).

Los sindicatos son nuestros enemigos, insertos junto con -y aliados de- la patronal en esos espacios de confinamiento llamados fábricas, oficinas, galpones. Y en situaciones excepcionales de la lucha de clases se ponen abiertamente del lado de la burguesía: fueron los “sindicalistas revolucionarios” de Italia los que apoyaron a Mussolini y quienes en Francia y otros países apoyaron la participación de sus respectivas burguesías no sólo en la primera sino en la segunda guerras mundiales; fueron los “socialistas” de la UGT y los “anarcosindicalistas” de la CNT los que buchoneaban y hasta reprimían (porque como sindicatos formaban parte del Estado al integrar el gobierno central español y regional de Cataluña) a trabajadorxs que se negaban a trabajar para la “economía de guerra antifascista” en España (“Camarada! Trabaja más y mejor!” decía un afiche de la UGT de 1938, “8… 14… 16… 24 horas! Son pocas!! Trabajad todos para el frente” instaba en 1937 la CNT desde otro afiche callejero)[i]. Ahora, los sindicatos cumplen y hacen cumplir los mandatos del Estado que ellos mismos integran e inclusive son más papistas que el Papa: en Argentina pusieron a disposición del gobierno nacional los hoteles que regentean para que se utilicen como “hospitales”, por ejemplo.

La izquierda del Capital (trotskismo, anarquismo) se comporta como el Sindicato. Así, lxs trotskistas llaman a la “centralización del sistema de salud bajo gestión pública” (es decir: llaman a replicar el actual modelo sanitario estatal chino) y a que se den “licencias con goce de sueldo al 100% (a cargo de las empresas y del estado) de toda persona infectada o en peligro de contagio, así como de todas las personas mayores de 65 años y de padres y madres que no pueden enviar sus hijas e hijos a las escuelas que cierren” y “licencias pagas por el Estado y empresas para las y los trabajadores en negro”[ii]; en la misma línea, lxs anarquistas le piden a la “patronal” licencias “con goce de sueldo” y al “Estado” que garantice “compensación económica” a lxs trabajadorxs “autogestivxs”[iii]. Esta izquierda llama a confiar en el Capital y el Estado y no en la capacidad de la clase obrera para terminar con el sistema capitalista, por eso no dudamos en calificarla de “izquierda del Capital”… 

Estamos en la víspera de una profunda recesión mundial. La clase obrera debe lanzarse a la lucha abierta y romper con las orientaciones reformistas y nacionalistas de lxs agentes sindicales y de “izquierda”. En defensa de nuestras vidas proletarias y por la emancipación humana debemos luchar contra el capitalismo que propaga el coronavirus. Debemos aprovechar el seguro agravamiento de la crisis capitalista que posibilita el estallido de las contradicciones económicas y políticas de este modo de producción mundial y a caballo de esas contradicciones forzar voluntariamente el cambio revolucionario hacia el comunismo. El primer paso es no asistir a los lugares de trabajo. El segundo paso es no dejarse engañar por los llamados a la “unidad nacional” lanzados por el reformismo (sindicatos e izquierdas).

Recuerden camaradas: sin trabajo asalariado, ninguna producción de plusvalía; sin producción de plusvalía, ninguna producción capitalista.

Superemos al coronavirus capitalista que propaga la muerte. Vayamos hacia la vida, al comunismo.

 

Emancipación Buenos Aires

Círculo comunista anárquico

17-03-2020

 

 

 

Notas

[i] Ambos afiches se pueden apreciar en el artículo “Sindicatos y modelo sindical en la región argentina” publicado por ATACA el 7/10/2019: https://laculturanoseachica.wordpress.com/2019/10/07/sindicatos-y-modelo-sindical-en-la-region-argentina/

[ii] Fracción Trotskista – Cuarta Internacional. Publicado el 13/3/2020 en la web “La Izquierda Diario” que sostiene la sección argentina (PTS) de dicho agrupamiento internacional trotskista: https://www.laizquierdadiario.com/Frente-al-Coronavirus-y-la-crisis-de-la-salud-publica-nuestras-vidas-valen-mas-que-sus-ganancias

[iii] Sociedad de Resistencia Oficios Varios Lomas de Zamora (adherida a la FORA y a la CIT). Si bien la FORA no es “anarcosindicalista”, el grupo de Lomas de Zamora se reclama públicamente “anarcosindicalista”. Publicado el 16/3/2020 en http://oficiosvarios-lomasdezamora.blogspot.com/2020/03/sobre-el-coronavirus-y-la-clase.html

Un comentario sobre “Coronavirus y capitalismo: declaración de Emancipación Buenos Aires

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